Con la idea de conquistar una ciudad entera para albergar a sus miles de seguidores, Espartaco llega a una localidad próxima a Roma y allí es testigo del cruel castigo a un esclavo rebelde que escapó de su amo. Espartaco está a punto de pelear para evitar la muerte del esclavo, pero Crixus y Gannicus le intentan convencer porque sería su perdición.