A las tres semanas de dejar de fumar la función pulmonar mejora un 30 por ciento
EUROPA PRESS
30/05/201719:00 h.Se trata de un hábito que supone uno de los principales factores de riesgo de enfermedades crónicas como, por ejemplo, pulmonares, cardiovasculares o cáncer. No obstante, y a pesar de su riesgo, el consumo está "muy extendido", si bien cuando a los 15 años de haberlo abandonado el cuerpo estará "tan sano como si nunca lo hubiera hecho".
Así, IMQ Prevención ha divulgado un calendario que muestra cómo mejora el organismo, a lo largo del tiempo, una vez que se abandona el hábito tabáquico.
En concreto, a los 20 minutos después de dejar de fumar, la tensión arterial baja hasta valores normales y la frecuencia cardiaca se normaliza; y a las 8 horas, desaparece la nicotina circulante en sangre y los niveles de monóxido de carbono y oxígeno en sangre se normalizan, apareciendo irritabilidad y ansiedad.
Asimismo, pasadas 48 horas se disminuye el riesgo de sufrir un infarto cardiaco y se comienza a notar la diferencia en los sentidos del gusto y el olfato; a las 2 o 3 semanas, mejora la circulación, la función pulmonar aumenta hasta un 30 por ciento y se reduce la ansiedad; y al mes o tres meses ya es cuando se empiezan a notar mejorías como la desaparición de la tos, la congestión nasal y la fatiga, al tiempo que disminuyen las infecciones respiratorias.
A los seis meses de apagar el cigarrillo, se experimenta una clara mejoría de la circulación y la función respiratoria, desapareciendo la dependencia psíquica y recuperando la piel su elasticidad y brillo natural; al año se reduce a la mitad el riesgo de padecer una insuficiencia coronaria ya es un 50 por ciento inferior que en fumadores; a los cinco años, el riesgo de padecer una enfermedad cardiaca será igual al de un no fumador; y a los 10 o 15 años el riesgo de cáncer de pulmón es similar al de los no fumadores.