Los toros de Victoriano del Río animan un sexto encierro, noble y sin embestidas

Victoriano del Río, una ganadería habitualmente rápida, ha hecho honor a esa tradición y ha cubierto el recorrido del encierro en 2 minutos y 11 segundos, dejando una hermosa carrera en Estafeta, con una manada muy estirada y sin cabestros, permitiendo bonitas carreras a los mozos, especialmente al final de la calle, cuando los astados han bajado algo su fuerte ritmo.

El encierro, el más rápido de estas fiestas, ha comenzado puntual a las ocho de la mañana, cuando los cabestros han encabezado la salida de la manada desde los corrales de Santo Domingo.

Poco después de arrancar la carrera, uno de los astados ha comenzado a tomar la cabeza del grupo imprimiendo un fuerte ritmo a la manada. En esta zona los toros apenas han mirado a los mozos que quedaban a sus lados.

Entrando a la plaza del Ayuntamiento, eran ya tres los toros que iban en cabeza, y al final de Mercaderes el astado que lideraba la carrera ha derribado con el pitón a un mozo, que se ha visto superado por la fuerte velocidad de la manada. En este mismo punto, otro corredor ha pasado también apuros, pero ha salvado la caída.

Los toros han enfilado así la calle Estafeta, con la manada muy estirada y algo separada: dos toros abriendo la carrera, otros dos tras ellos y los dos últimos cerrando, con los cabestros ya al final.

Esta situación era propicia para que los mozos pudieran correr delante de las astas de los toros, si bien el fuerte ritmo de los bureles ha dificultado la tarea a los mozos, al menos hasta bien avanzada la Estafeta, cuando los astados han bajado algo su ritmo.

Los toros, que se comportaron de forma noble, serán lidiados por la tarde en la plaza de toros de Pamplona por los diestros Juan José Padilla, El Juli y López Simón.

La manada, que se ha agrupado algo más en este tramo, ha cubierto la curva de Telefónica por la derecha y ha enfilado la bajada al callejón hasta entrar en los chiqueros de la plaza de toros sin generar mayores problemas, culminando un encierro que han cubierto con nobleza.