Un grupo de mujeres supervivientes y luchadoras de cáncer de mama han unidos sus fuerzas para hacer el Camino de Santiago porque "ellas no olvidan que a veces hay que dejarse la piel para ganar la batalla". Con sus camisetas de color rosa, el de las valientes, estas mujeres han llegado a la plaza del Obradoiro para demostrar que "nada es imposible".