Miles de personas se han manifestado ante la sede del Gobierno rumano, en Bucarest, para protestar por el plan que plantea la despenalización de varios delitos de corrupción. El plan del Gobierno, que quiere aprobar por decreto de urgencia, salvaría de la Justicia al líder del partido gobernante, Liviu Dragnea, investigado actualmente por supuesta corrupción. La Policía ha lanzado gases lacrimógenos contra los manifestantes, que a su vez les respondían arrojándoles objetos.