Una campana grabada con una esvástica y una exaltación a Hitler no volverá a sonar en Alemania

La iglesia ha argumentado que no quiere que esa campana se convierta en un punto de visita o constituya algún tipo de reclamo para neonazis. "El presbiterio quiere evitar que los elementos radicales de derecha sientan que se les está hablando, y también que pueda suponer una molestia para otras personas", ha declarado la iglesia.

El hecho de que cese su actividad y sonido es un gesto simbólico precedido por la reunión del Ayuntamiento, que decidió el mes pasado por unanimidad consultar a un grupo de expertos qué hacer con la campana colocada en la iglesia en 1934, y que está grabada con una esvástica y la inscripción "Todo por la Patria - Adolf Hitler".

A partir de ahora seguirán funcionando las otras dos campanas de la iglesia, y se espera al informe de los expertos para decidir si se retirará del campanario o se pondrá un panel explicativo con la historia de la campana como objeto de valor histórico.

La disyuntiva sobre la campana, que ha durado una semana, le ha costado el cargo al hasta ahora alcalde de la ciudad, Roland Becker, que afirmó que no todo fue malo durante el régimen nazi en su defensa de la permanencia y uso de la campana.

Poco después se retractó, aseguró que sus palabras habían sido malinterpretadas y quiso "distanciarse lo máximo posible" de cualquier atisbo de simpatía por el nazismo. Sin embargo, esta semana ha presentado su dimisión.