Este era el emocionante momento en el que se abría la puerta de la jaula en la que llevaba dos años encerrado este orangután. En tres metros cuadrados. Su dueño le metió allí para que no molestara a los vecinos y ya nunca le volvió a dejar salir. Al principio, el animal ni se atrevía a moverse, pero finalmente sus rescatadores consiguieron sacarle. Ahora vivirá en un lugar donde podrá moverse de nuevo en libertad.