Elio Rujano (PMA): "Todos los trabajadores humanitarios tenemos esa vocación: venimos al mundo para servir"

"Las necesidades de los afectados son múltiples", asegura. Rujano ha trabajado en la reconstrucción y en la gestión de desastres naturales, sector en el que, sostiene, una de estas necesidades es "asegurarse la próxima comida".

Lo que más impacta a Rujano en su labor es la vulnerabilidad que existe entre los afectados por estos desastres, el "desamparo", la "tristeza que queda en ellos, porque no saben a quién recurrir". "De verdad, cuando nos ven a nosotros llegar con ayuda es como que les vuelve el alma al cuerpo", explica.

Después de sufrir un desastre, como el terremoto que en 2010 dejó en Haití cerca de 300.000 muertos, los afectados agradecen enormemente la asistencia de los trabajadores humanitarios. "Les vuelve el espíritu de saber que pueden contar con una mano que se les puede tender en el momento que más lo necesitan", explica.

Su experiencia en este tipo de situaciones es la que le ha hecho ver, precisamente, que es a "servir" para lo que ha llegado a este mundo. "Hace muchos años me preguntaba eso y, realmente, la respuesta es simple: vine al mundo para servir", afirma. "Todos los trabajadores humanitarios tenemos esa vocación. Venimos al mundo a servir y a marcar una diferencia", añade.

En su labor, continúa, existe otra "gran satisfacción", además de cumplir la labor con la que uno se siente comprometido, y esa satisfacción son las víctimas a las que ayudan. "Cuando esas personas que lo han perdido todo, te miran a los ojos y te dicen: 'Gracias, gracias, gracias'", relata.

Cada 19 de agosto se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, un día para agradecer la labor a aquellos que tratan de poner su grano de arena para que los millones de personas necesitadas puedan sobrevivir.