Los estudiantes en Bolivia no tiran la toalla. Llevan tres semanas de huelga porque no quieren una promoción de profesores no titulados sin examen previo en la Universidad de Cochabamba. Al menos una decena de personas han resultado heridas. Más de 200 agentes de policía vigilan el campus, armados con gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes.