Los independentistas mantienen la incógnita sobre cómo y cuándo aprobarán las leyes de ruptura

A un mes y un día del 1 de octubre, el calendario es una incógnita y aún más el mecanismo para aprobar las leyes de referéndum y transitoriedad. No hay partida presupuestaria, o almenos, al Gobierno no le consta. El objetivo: apurar los plazos y aplazar lo máximo cualquier recurso al Tribunal Constitucional. Ambas leyes seguirán atascadas hasta que la Mesa del Parlament las acepte a trámite. Se hablará en la Mesa, pero a medida que pasan los días la vía ordinaria cada vez es más complicada. Hay tres alternativas: alterar el orden del sía, el decreto-ley o el proyecto de ley.