El Gobierno vasco, en palabras de su lehendakari, Íñigo Urkullu, "otorga credibilidad a esta posibilidad de desarme final a corto plazo" que ETA prevé para el 8 de abril. El Lehendakari ha dicho que en la medida de sus posibilidades el Gobierno vasco "ha venido coadyuvando hasta este momento en su impulso".