Panamá, de paraíso fiscal a socio privilegiado

La ampliación del canal de Panamá era una de las obras más importes del mundo. Y en 2007, cuando se iniciaban las negociaciones para su construcción las empresas españolas contaban un grave inconveniente para acceder a ese suculento pastel: nuestro país consideraba entonces a Panamá como un paraiso fiscal y eso permitía al gobierno panameño rechazar a compañías españolas. En una visita del presidente Zapatero se pusieron las bases para que el país centroamericano abandonara la lista de paraisos fiscales. Dos años después Sacyr se hacía con un contrato de más de 5.200 millones de euros y en 2010 se firmaba el acuerdo de intercambio de información. Panamá dejaba de ser paraíso fiscal para España, pero no para la Comisión europea que el pasado verano todavía lo incluía en su lista negra. La embajadora panameña ha defendido este martes el compromiso de transparencia de su país y ha garantizado la cooperación para investigar lo sucedido. También ha recordado que la mayoría de las grandes licitaciones de los últimos años en su país han sido logradas por empresas españolas. Entre ellas la construcción del metro que ha llevado a cabo otra gran constructora española: FCC.