Los 37.000 millones de euros atrapados en el ladrillo, demasiado para Bankia

La crisis que ahora vive Bankia y que se ha hecho más patente con la dimisión de Rodrigo Rato y el anuncio de que podría recibir un respaldo público de entre 7.000 y 10.000 millones de euros, comenzó con la unión de Caja Madrid con Bancaja y otras cinco pequeñas entidades. Su fusión fría requirió de 4.500 millones de ayudas y su salida a bolsa tampoco logró salvar una entidad con 37.000 millones de euros atrapados en el ladrillo. A Rato se le ha acabado el tiempo y ahora es el Gobierno el que prepara un plan para sanear Bankia.

El presidente de Bankia y BFA, Rodrigo Rato, anunciaba este lunes su intención de dimitir de sus cargos en ambas entidades en un comunicado. Horas antes, el presidente del Gobierno revelaba que Bankia recibirá respaldo público por entre 7.000 y 10.000 millones de euros a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Es la confirmación de una crisis que tiene como protagonista al hombre que un día pugnó con Rajoy por el liderato del Partido Popular y, tras su paso por el FMI, Rodrigo Rato volvió a España para intentar reflotar Caja Madrid. Una misión que se ha tornado en imposible.

La fusión fría de Caja Madrid con Bancaja y otras cinco pequeñas entidades en verano de 2010 requirió 4.500 millones de ayudas públicas. Meses después se detectó un agujero en su participada Banco de Valencia que obligó a inyectar 3.000 millones más, y ahora se habla de entre 7.000 y 10.000 millones más de ayuda.

Pero, los principales problemas de Bankia es la acumulación de el mayor volumen de créditos al sector inmobiliario y promotor que suman 37.500 millones de euros y la mayoría de dudoso cobro. Una cantidad de dinero atrapada en el ladrillo que se ha convertido en excesiva para los impacientes mercados que tienen en un punto de mira a nuestro mercado financiero.

Ahora, el Gobierno prepara un plan para sanear la entidad que, según ha anunciado Mariano Rajoy este lunes, podría ascender a 10.000 millones de euros, que serán gestionados por José Ignacio Goirigolzarri, un banquero que cuenta con el beneplácito del sector y del Gobierno y que ha sido propuesto por Rato para ser su sustituto. La entidad seguirá funcionando con normalidad para sus 10 millones de clientes.