La pequeña Evie no esperaba tener esa sensación en su boca cuando sorbió su primer refresco con gas. La pequeña convencida de que la va a gustar bebe a través de la pajita pero cuando traga la bebida, la niña arruga la cara y los ojos le brillan. Finalmente, echa la cabeza hacia atrás como gesto de rechazo, según publica dailymail.com.