Padre e hija estaban dispuestos a romper con la maldición de la patata cruda y lo han logrado, aunque se han pasado un poco y se les han quedado muy blandas. No importa, Mª Jiménez Latorre prefiere eso antes que queden como una piedra. Además, Guillermo ha aprovechado y ha dado un truco de cocina y es que se puede aprovechar al máximo las patatas. La corteza está muy rica, "hay que freírla no tirarla", ha asegurado.