La divertida caída de Dani durante un surrealista día en la playa de Los Jiménez: "Si hay una piedra me parto los dientes"

Los Jiménez han ido a San Fernando, en Cádiz, lugar donde la familia regenta uno de los puestos heredados por el tío Melchor. Allí se han encontrado todos para recordar los viejos tiempos y han tenido una visita sorpresa, la del profesor de inglés de Marisol.

Estando todos en Cádiz y para mostrar a Ricky, el profesor de inglés, han decidido, al terminar en el mercadillo, llevarle a la playa para pasar un día todos juntos.

Entre baños y muchas risas, Dani decide hacer el entierro de la sandía para asegurarse que el postre esté muy frío. Acompañado de Graciela y La Rebe intentan enterrar la fruta en la arena, pero no se les da del todo bien este trabajo.

Daniel mete la sandía a la mitad y cuando quiere cambiarla a un sitio mejor, no es capaz de desenterrarla, tanto es así que al hacer fuerza protagoniza una divertida caída en la arena de la playa: “No me he hecho daño, pero siempre me tocan a mí las de perder. Me he caído de boca, menos mal que no había una piedra, si no me parto los dientes”.

Pero todo no se queda aquí, a una tarde con Los Jiménez de la playa no le falta el surrealismo. Cuando vuelven a por la sandía para desenterrarla se dan cuenta que la marea ha bajado y no hay manera humana de encontrar la fruta que tenían para el postre: “Ha desaparecido, había puesto un alga para saber dónde estaba, pero ya no estaba”.