La amenaza de un nuevo atentado a mayor escala lleva a los agentes del F.B.I. a dar un perfil público del autor del atentado y comparan el ataque con el de Boston. Según los agentes, el ataque fue realizado por uno o dos individuos de entre 35-50 años. Definen a los autores como pacientes y no descartan un tipo de venganza como móvil del asesinato.