Los Montoya no pasan por su mejor momento. Desbordada por la situación, a Saray se le va de las manos su nuevo negocio, no da abasto y además, Jorge no se lo pone fácil exigiéndola que se busque un local para su trabajo. Con todo, Saray no aguantó y se derrumbó con una de sus clientas sin poder contener las lágrimas. “Me derrotó el Jorge diciéndome que se iba de la casa”, confesaba.