En este capítulo, después de mucho sufrir, los Montoya harán en Sevilla el esfuerzo de organizar una buena boda para Naiara en pleno corazón del barrio de Las 3.000. Tal celebración hará que Cristo y Saray ondeen bandera blanca y dejen a un lado sus diferencias por su querida hija.
Los Fernández Navarro seguirán con su particular vuelta al mundo donde les dejamos: en Perú. Para finalizar su convivencia con la tribu Misminay, cuyos miembros conocerán por fin el secreto del pollo frito en sartén, montarán en burro y participarán en una importante ceremonia que obligará a Joaquín y a Mariano a viajar al Amazonas al encuentro de otra tribu: los Bora Bora.
Mientras tanto, en Palma de Mallorca, José, Fali y Kiki conocerán de primera mano el presupuesto de la reparación del coche de Joaquín que estamparon en una rotonda y cuyo arreglo les traerá de cabeza. De momento, Kiki tendrá que prestarles el dinero que iba a invertir en la reforma de su casa. Sin liquidez, ¿quién se atreverá a realizar esta gran obra? También tendrán que visitar una casa de empeños con un objeto al que Joaquín tiene un gran aprecio. Nuevamente, los Fernández Navarro van de Málaga a Malagón.
En Granada, los Jiménez se enfrentarán a un gran día en la vida de Susi: su debut en los escenarios como mini Salvadora tras una larga e intensa preparación por parte de Juan Andrés Maya. De vuelta a Plasencia, llegará una noticia a casa de los Jiménez que hará que La Rebe se replanteé su relación con Juan.
Por último, los Salazar intentarán corregir el alterado comportamiento de Tobi mandándolo a un spa perruno donde no hay pollo a la sidra. Además, asistirán a la primera consulta de Carlos para que por fin pueda realizarse su esperado injerto capilar. Tanta será la confianza, que Carlos no dudará en pasar inmediatamente por quirófano.