Vida

cuatro.com 20/10/2010 18:38

Estaba envuelta en sudores,su cabello era una masa viscosa y pegajosa,los sonidos desgarradores de su propia voz, debido al dolor, le eran ajenos. Era tanto el dolor moral y espiritual que sentía, que el físico le era indiferente, se sentía ultrajada,traicionada,y sin la fe que un día puso ciegamente en Dios, porque cómo un Dios benevolente y magnánimo había consentido que perdiera su inocencia, y sobre todo su amor,porqué consentía que se cometieran tales injusticias ante sus ojos.De repente el dolor cesó y una criatura de pelo cobrizo fue colocada en su pecho. Y de repente sí lo entendió, sí había justicia divina,sí había fe.