Tras la muerte del único heredero legítimo al trono de Inglaterra, se desata un largo periodo de guerra civil caracterizado por la anarquía, durante el cual la hija del Rey Henry, Maude, y el sobrino de este, Lord Stephen, luchan por la corona. Stephen cuenta con el apoyo de La Iglesia y pronto será coronado Rey. Maude tiene entre sus leales a Bartholomew, el Conde de Shiring, cuyo enemigo, Percy Hamleigh, está buscando cualquier excusa para hacerse con sus tierras y su título.
En este contexto el monje Philip regresa al Priorato de Kingsbridge cuando su mentor muere. Allí el Diácono Waleran Bigod le propondrá hacerle Prior a cambio de su apoyo en el camino hacia el Obispado. Así Philip descubrirá que La Iglesia no es en absoluto ajena a las intrigas políticas.
Entre tanto Tom Builder, maestro constructor, viaja con su mujer y sus hijos buscando trabajo para poder alimentar a su familia. Cuando su mujer muere al dar a luz, Tom abandona al recién nacido junto a la tumba de su esposa, aunque al poco se arrepiente y vuelve a por él, aunque ya es tarde el bebé ha desaparecido.
En el camino Tom y su familia han conocido a Ellen y a su peculiar hijo Jack y juntos llegarán hasta el Priorato de Kingsbridge. Aunque parece que tampoco ahí hay trabajo, su suerte cambia cuando la Iglesia se prende fuego, este hecho dará la oportunidad a Tom de cumplir su sueño, construir una Catedral. Cuando parece que todo va sobre ruedas para Tom y los suyos, Ellen, es acusada de brujería y arrestada.
Mientras tanto, Bartholomew ha sido acusado de traición y arrestado, y el nuevo Conde de Shiring es Percy Hamleigh. El hijo de Percy, William Hamleigh, aprovecha la primera ocasión para ir al Castillo de Shiring y asaltar a Aliena, hija de Bartholomew, hacia la cual guarda un profundo rencor. Ella jura venganza y promete que recuperará el título y las propiedades de su padre para su hermano Richard.
En Francia Maude prepara la batalla.