35 niños, de entre uno y siete años, de Albacete, Cuenca y Ciudad Real fueron derivados de la sanidad pública de Castilla-La Mancha a clínicas privadas de Madrid, en concreto a La Milagrosa, donde sus padres denuncian tanto “un trato vejatorio” como que a sus hijos “no se les practicó ningún tipo de cirugía”. Al hijo de Teresa, enfermo de hidrocele, han tenido que volver a operarlo porque “no le hicieron nada” y asegura que “lo abrieron y lo volvieron a cerrar sin anestesia”.