Álvaro ha cruzado la línea roja de la mano de Cintora y ha conocido a un grupo de padres que no quieren que a sus hijos se les hable de la homosexualidad en el colegio. “Yo me di cuenta de que era gay cuando tenía once años y, si alguien me hubiera hablado de que eso podía pasar, me hubiera ahorrado muchos problemas”, les ha dicho, por si les ayudaba a cambiar de opinión. Pero no, ellos creen en “la libertad de los padres” de educar a sus hijos según sus gustos, algo que los colegios “deben respetar”.
Discusión en el barrio de Chueca
Jorge ha sido uno de los valientes en cruzar la línea roja sobre la homofobia. Para él, aunque lo respeta, la homosexualidad no es una “opción de vida natural” y, por lo tanto, no la comprende. Jesús Cintora le llevó a Chueca en plena celebración del Orgullo Gay y allí tuvo un encontronazo con el dueño de una peluquería, que no aceptaba su opinión. Finalmente, le pidió disculpas.
Libros infantiles sobre parejas homosexuales, ¿bueno o malo para los niños?
Jorge ha conocido a una pareja de homosexuales que tienen dos niños pequeños por maternidad subrogada. Todos juntos han ido a dar una vuelta por Chueca y, al entrar en una librería, Jorge se ha percatado de que existen cuentos infantiles que hablan con naturalidad de la diversidad sexual. Algo con lo que no ha estado de acuerdo.
Álvaro conoce a una familia ‘tradicional’: un padre, una madre y 8 hijos
Álvaro es un hombre homosexual que ha cruzado la línea roja para tratar de comprender por qué alguien puede defender la homofobia. En su camino con Cintora, ha conocido a una familia que cree en los votos matrimoniales y en el deber de la reproducción. Para el padre, cabeza de familia, la homosexualidad puede ser la consecuencia de un matrimonio roto o de una mala experiencia en el amor.
Álvaro habla con defensores de las ‘terapias de conversión’ de la homosexualidad
Álvaro se ha ofendido mucho al hablar con un grupo de padres en el aula de un colegio. Por un lado, porque le han argumentado que la homosexualidad es algo cultural (adquirido) y no biológico (natural). Y porque, además, le han ‘informado’ de que hay centros donde la homosexualidad se trata y se hace reversible. Para Álvaro, este tipo de discursos son inaceptables.
Jorge: “Después de lo que he visto, creo que hay mucha degeneración social y caos”
Después de cruzar la línea roja (cada uno por su lado), Álvaro y Jorge han expuesto sus conclusiones. Jorge, en contra de la libertad de expresión homosexual, se ha afianzado en sus opiniones y tachado de “esperpéntica y grotesca” la celebración del Orgullo Gay. Álvaro ha dicho que cruzar la línea le ha servido para darse cuenta de que hay “muchas personas como Jorge” y que, por lo tanto, debe seguir luchando.