Arteritis de células gigantes

cuatro.com 13/04/2012 07:58

La paciente, una novicia, acude a la clínica aquejada de un dolor muy fuerte en el hombro izquierdo. En un primer momento, Chase piensa que podría tratarse de un cáncer de mama. Wilson lo descarta. Mientras, House le dice que puede tratarse de una infección fúngica.

Un tiempo después, empieza a vomitar, por lo que queda descartada la infección. Tras el tratamiento, la paciente mejora y, de hecho, recibe el alta. Sin embargo, de pronto, el cuello se le empieza a inflamar, le zumban los oídos y escupe sangre, es decir, que la arteria que lleva la sangre al cerebro se le estaba rompiendo. La operación es un éxito y vuelve a respirar.

A continuación, House opina que podría tratarse de sífilis. Más adelante, también sufre un fallo hepático, complicando mucho más su estado de salud. Con todos los síntomas sobre la mesa, piensan que puede ser cáncer.

Cuando los músculos de la cara se le contraen, Chase y House dan con la enfermedad: arteritis de células gigantes, una inflamación de los vasos sanguíneos, que afecta a las arterias de mediano y gran tamaño. La enfermedad tiene cura.