El Hermano Mayor consigue que Raúl salga de su círculo vicioso

cuatro.com 15/03/2013 22:34

“Yo tengo una cosa clara: mis padres son mis padres y a mí me tienen que dar lo que necesite y si mi padre ahora no tiene trabajo es su problema”. Esa es la filosofía de vida de Raúl, un chico déspota y vengativo que tortura a su padre porque está en paro desde hace 2 años.

La vida de Raúl es fiesta, amigos, exigir dinero a sus padres a base de golpes y gritos. El Hermano Mayor acude con los objetivos de que respete a su familia y que aprenda a ganarse sus caprichos de forma legal.

SI RAÚL NO COME, NO COME NADIE

Raúl es machista. Para él, su madre tiene que estar constantemente a su servicio y si ella no le trae el plato de comida a la mesa, se pone agresivo. Destroza platos, grita a sus padres y, si tiene que tirar la comida de todos, lo hace.

En casa el único que se atreve a llevarle la contraria es su hermano, pero la mayoría de las veces que pasa eso, los dos acaban peleándose violentamente, para la desesperación y el miedo de sus padres.

PEDRO LE DA LA OPORTUNIDAD DE TRABAJAR

Todos los caprichos de Raúl se los paga su madre, pero eso ha de cambiar. Pedro le obliga a acompañar a su padre en su rutinaria búsqueda de trabajo, pero Raúl prefiere observarlo todo desde la distancia.

Su machismo también preocupa al Hermano Mayor, que le ofrece la oportunidad de trabajar en una tienda de ropa y accesorios de mujer, pero el chico sale corriendo y se pone violento.

LA FAMILIA DE RAÚL VUELVE A ESTAR UNIDA

Es importante que Raúl vea el miedo que le tenía su familia para rechazar su comportamiento. Se avergüenza viendo el maltrato a sus padres y las peleas con su hermano y está dispuesto a cambiar. Pedro cree que es necesario que la familia de Raúl reviva un recuerdo feliz y les cita en el pueblo de José Manuel, el padre. Allí, todos se abrazan con la promesa de luchar juntos por un futuro mejor.