Antonio es el eterno figurante y sueña con ser el protagonista de su propia historia de amor. Ha sido charcutero, pero hace dos años que se metió en el mundo de la interpretación. Se metió tras la muerte de su pareja y el cine se ha convertido en válvula de escape.
Amelia, su cita, lleva 20 años separada “he vuelto a ser virgen y busco a un príncipe de película”. Es muy presumida y le apasiona todo lo relacionado con el mundo de la moda. Antonio ha comenzado la cita preguntándole la edad y regalándole una rosa. Ambos se han visto muy elegantes y en la línea de lo que estaban buscando.
Mientras esperaban la cena, Amelia le ha contado que era separada y que era abuela. Antonio le ha contado que ahora vivía en Talavera de la Reina, pero que había estado muchos años en Barcelona trabajando en charcuterías de lujo, justo en el mismo barrio en el que vive Amelia.
Antonio ha querido saber cómo se consideraba Amelia y han estallado de la risa porque ambos se consideran vírgenes “llevo cuatro años sin hacer el amor”. A él le ha gustado mucho que Amelia no parara de mirarle a los ojos y viceversa.
En el reservado, los solteros se han atrevido a bailar el tema central de la película ‘Ghost’, pero Amelia ha querido que corriera el aire entre ellos. Le ha dicho que prefería que se cogieran de la mano y aunque él ha bromeado, han mantenido las distancias “yo soy chapada a la antigua”.
Con Charles Chaplin como testigo, los dos solteros se han dado un “sí” a una segunda cita porque entre ellos había surgido una conexión especial, que igual podía llegar a algo más.