El último dandi de Cantabria y Miércoles Adams protagonizan el beso más terrorífico de ‘First Dates’: “Me ha frotado como si fuera el cáliz de Aladdín”

  • Estel, sobre su casa: “Parece un museo, tengo un cocodrilo disecado, un águila y la cabeza de un jabalí”

  • Bryan no viene disfrazado, siempre viste así: “Soy el último dandi de Cantabria”

Bryan podía haberse disfrazado para venir a buscar el amor en la noche de Halloween en ‘First Dates’, pero la realidad es que siempre viste así. Siente que es el último dandi de Cantabria. Es un tipo un poco complicado y no le resulta fácil encontrar a gente de su edad que comparta sus mismas inquietudes “por temas académicos”.

Estel, su cita o lo que es lo mismo Miércoles Adams, ha entrado en el salón dando miedo, mundo miedo y regalándonos un bailecito muy divertido. Al ver a Bryan ha flipado, le ha encantado su look y él ha pensado que “Miércoles Adamas y el último dandi se Cantabria es un crossover curioso”.

Mientras esperaban la cena, Estel le ha contado que ella es musicóloga y que está estudiando el órgano de la iglesia de su pueblo que sobrevivió a un incendio. Su instrumento es el piano, pero toca la guitarra, el violín y de pequeña la flauta dulce. Bryan le ha contado que a él le gusta el heavy metal y que cantó tirolés, algo que a ella le ha fascinado “vistes antiguo, pero con mentalidad moderna”. Tenía la sensación de haber encontrado a su hombre “no sé de dónde le habéis sacado, pero este chico es para mí”.

La cita estaba comenzando a fluir, cuando el grupo de rap Humo ha entrado en el salón y se ha venido muy arriba cantando sobre el escenario. Los solteros estaban impactados. Bryan es un amante de los animales y le ha contado a su cita que vive rodeado. Tiene dos cerditos, perros, ovejas, caballos, los gatos de su abuela. Ella ha alucinado y le ha dicho que su casa era un auténtico museo “un cocodrilo disecado, un águila, una cabeza de jabalí”. Ella se considera una friki de manual y encima hace voces.

Estel se ha traído las cartas del Tarot a la cita y estaba dispuesta a echárselas a Bryan, pero el dandi le ha parado los pies y le ha dicho que él no creía “me parece interesante como fuente de estudio, pero nada más”. De hecho, el ha contado que él es taurista de religión y ella ha vuelto a alucinar porque era muy, muy inteligente. Respecto a su meta en la vida, él le ha dicho que se deja llevar por lo que el destino le tenga preparado, pero sí sabe lo que nunca quiere ser “como la gente que va en chándal a todos los lados”. Una respuesta que ha dejado a Estel fascinada. Ella tenía la norma de no estar con chicos con el pelo más largo que ella, pero se la va a saltar.

En el reservado, Estel ha temido que les tocara darse un beso porque ella no lleva muy bien el contacto físico, pero al comprobar que su miedo se cumplía, ha vuelto a alucinar. Les ha tocado darse un beso de plátano y el soltero ha sacado su pañuelo, ha cogido la mano de Estel, se la ha limpiado con el pañuelo “para que no estuviera muy sudada” y le ha dado un beso. Ella ha sentido que no lo iba a olvidar “me ha frotado como el cáliz de Aladdín. Este chico está hecho para mí”.

Los dos se han fascinado mutuamente y aunque ella le ha dicho que en el próximo Halloween le iba a asustar, se han dicho que sí a una segunda cita.