Nuestra compañera Rebeca se hace pasar por una turista inglesa que estuvo España y supuestamente sufrió una intoxicación alimentaria. Va a varios bufetes de abogados para poner la reclamación y en ninguno de ellos le piden el informe médico para probar que estuvo mala. En uno de ellos no le piden ni la reserva del hotel y le aclaran qué puede ganar entre 1.800 y 2.400 euros.