Ante la precaria situación de los trabajadores de Ibiza a la hora de poder pagar un alquiler, hay quien sabe hacer negocio. ‘En el punto de mira’ ha entrevistado al dueño de una casa que él mismo ha convertido en hotel, donde una cama cuesta 350 euros. Los empleados de la isla, tanto temporales como los anuales, comparten cuartos, baños y cocinas, pues es el único modo de poder dormir bajo techo.