Entrar en el Tribunal Supremo para robar el sumario del caso de Rumasa fue otra de las peligrosas extravagancias que planeó Ruiz-Mateos, una misión que se antojaba casi imposible. Sobre todo, cuando la suerte a miles de kilómetros te da la espalda.
“El jefe tenía mucho interés en que ese sumario llegase a su poder… y nos pusimos manos a la obra”, aseguraba Víctor de la Cruz antes de detallar cómo planearon entrar en el Tribunal Supremo para llevar a cabo la misión.
“Había mucho movimiento de muebles esos días, estaban cambiando todo el mobiliario que era de madera… A la persona que íbamos a introducir en el Tribunal podíamos esconderla en uno de esos armarios que se encontraban en los pasillos, pero había que hacerlo antes del fin de semana”, comenzaba a contar el chófer del empresario.
“La misión era muy arriesgada y había un alto porcentaje de probabilidad de acabar en prisión”, admitía Víctor de la Cruz antes de contar cómo finalmente acabaron entre rejas. Encima, la suerte parece que no estaba de su parte ese día.
En agosto de 1991, miembros del gobierno ruso y de la KGB iniciaron un golpe de estado contra Mijail Gorbachov, algo que despertó una alerta mundial y que hace que España ponga todos los recursos para tener los edificios del Estado totalmente controlados.
Es entonces cuando un grupo de la Guardia Civil se encuentra dentro del Tribunal supremo a la persona encargada de robar el sumario del caso de Rumasa.
Aunque una vez más, la mano derecha de Ruiz Mateos se las apañó para salir indemne de la fechoría urdida por su jefe.