'La Redacción...' descubre a una menor que está siendo explotada sexualmente

cuatro.com 27/07/2014 00:58

'La Redacción de Diario de…' realiza un seguimiento a algunas de las prostitutas del polígono de Marconi tras la detención de uno de los proxenetas más importantes, ‘Cabeza de Cerdo’, y consigue localizar a dos nuevos proxenetas.

Una colaboradora infiltrada intenta establecer contacto con ellos para ganarse su confianza. Tras una primera grabación con uno de los proxenetas se confirma que las chicas están obligadas a pagar por el sitio en el que trabajan y ellos cobran “porque así se ha hecho siempre”.

La colaboradora del programa consigue concertar una cita con el proxeneta con la excusa de tener un cliente para la supuesta menor. La sorpresa fue mayúscula cuando el proxeneta aparece en la cita con la menor y se la presenta como si fuera una prostituta más. La joven, de etnia gitana, niega que tenga chulo pero es el rumano el que negocia el precio del servicio. Al final de la cita confiesa que tiene 14 años para el asombro de la colaboradora.

Después de pasar las imágenes y la información a la policía, Mercedes Milá habla con la inspectora jefe de delitos sexuales de la brigada provincial que ha sido quien tomó cartas en el asunto. “Sacamos inmediatamente a la menor de la calle, actualmente está protegida y se tomaron las medidas de intervención oportunas”.

“Estamos ante una víctima que es menor, de 14 años, es española, discapacitada y pertenece a una familia de etnia gitana que desconocía completamente a lo que se estaba dedicando su hija”, explica la policía.

“Para la familia fue un impacto y un drama. Pero la reacción fue un impulso de protección, el cariño y nada de reproches”, continúa.

Tras la investigación, la colaboradora del programa llama aterrorizada a la redacción del programa asegurando que han ido a buscarla a su casa dos hombre para amenazarla y sospecha que han sido enviados por el búlgaro que supuestamente controla Marconi tras las grabaciones. La mujer tuvo que cambiar de domicilio y la policía solicitó al juez medidas de protección.

Días después, la juez que instruye el caso llama a declarar a nuestra colaboradora. Después de declarar durante cerca de una hora, nuestra colaboradora sale muy satisfecha de Plaza de Castilla.