El programa ha encontrado al falso cirujano que denunciaba Raquel, descubriendo que, en realidad es peluquero. Nuestra reportera le ha pedido presupuesto para hacerse una operación de estética y él, consciente de todas las denuncias a las que se ha visto sometido, le ha dicho que sólo interviene en la cara. Ella ha aceptado verse con él en una habitación de hotel y, cuando le ha empezado a hacer preguntas sobre su profesionalidad, él se ha puesto nervioso. “Si me vas a volver loco, me marcho. Llevo 17 años haciendo esto y ya he ganado dos juicios”. Finalmente, la infiltrada le ha pedido que se marche y él ha recogido su silicona y se ha ido.