'Diario de' descubre a falsos dentistas que trabajan en clínicas clandestinas

cuatro.com 20/09/2012 21:07

El programa recibe denuncias de pacientes que han sido víctimas de intrusos que trabajan ilegalmente. Mercedes Milá acude con su equipo a dos de estas clínicas y es testigo de cómo la policía detiene a los intrusos que las regentan.

En el barrio madrileño de San Cristóbal impera la ley del okupa. Hay "profesionales de la okupación" que revientan las puertas o ventanas de las casas vacías, pertenecientes a los bancos y posteriormente se las venden a inmigrantes o gente sin hogar. Pueden pedirles desde 500 a 1.200 euros por abrirles el piso y ponerles una cerradura nueva. 'Diario de' sigue a uno de estos delincuentes y logra grabar como irrumpe en una vivienda a altas horas de la madrugada. Destroza una verja exterior de la casa, entra por la ventana y después cambia la cerradura de la puerta para que el okupa tenga su propia llave.

Una pareja de ancianos de 80 años están a punto de ser desahuciados de una casa que el dueño no pisa desde hace 42. José está muy enfermo y su mujer, Francisca, pide a Diario de que interceda para que el propietario les deje al menos morir en la casa. Los vecinos del pueblo cordobés de Algallarín han sido testigos de como la pareja lleva toda la vida viviendo y trabajando por esa casa y salen en manifestación para apoyarles.

Unos 500 desempleados y jornaleros andaluces empezaron a mediados de agosto una marcha obrera por toda Andalucía llevando a cabo distintos actos de desobediencia civil. Primero asaltaron un supermercado para repartir alimentos entre los más necesitados. Después ocuparon bancos para señalar a los que consideran culpables de la crisis financiera y por último irrumpieron en un hotel de lujo....Pero estas protestas, que se han extendido por toda la región, comenzaron hace meses, cuando ocuparon una finca pública de Córdoba para dar trabajo a jornaleros en paro. Diario de ha seguido de cerca las acciones de protesta de este colectivo y ha estado en el pueblo de Marinaleda donde Sánchez Gordillo, hace ya 30 años, propuso la utopía como forma de vida. Hoy Marinaleda, con 3.000 habitantes, parece un oasis dentro de la crisis, donde no hay desahucios ni desempleo.