La obsesión de ser padres

TELECINCO.ES 09/10/2008 10:01

Cuando los métodos artificiales no funcionan y las opciones se agotan, los padres recurren a la adopción. Si se toma la decisión de cuidar a un niño extranjero, la cosa se complica, porque el proceso es largo, enrevesado y en muchas ocasiones, frustrante.

Sandra y Jaime se casaron jóvenes y enseguida quisieron montar una familia. Sin embargo, al realizarse las pruebas médicas, descubrieron que él no podía tener hijos. Cuando quisieron someterse a métodos de fecundación artificiales, descubrieron que Sandra también tenía un problema: sus ovarios son poliquísticos y no ovula. Así, se sometió a todo tipo de tratamientos hormonales, que además de alterar su físico, afectaban a su humor y a su relación de pareja. Consiguió quedarse una vez embarazada, pero perdió el bebé a las once semanas.

La única opción que les quedaba era adoptar. Así, trataron de iniciar el proceso para traer un niño de China. Sine embargo, su obesidad fue un problema. "China es un país muy estricto, porque desde España y EEUU se adopta mucho. Por ello, para reducir el riesgo, China en este caso pone dos criterios que lo dificultan; la obesidad por EEUU y el estatus económico, por España", explica Fernando Martos, abogado de la Federación de Asociaciones de Adopción Internacional (ADECOP). "Yo siempre, para velar por el bien del menor, me tengo que poner en lo peor. Si los padres están preparados para ello, es que realmente desean adoptar, son conscientes de lo que están haciendo".

Actualmente, Sandra y Jaime se encuentro en pleno proceso de adopción de un niño en Colombia. El país se encuentra gestionando el expediente, algo que tarda una media de tres años. Esperanzados, el pequeño ya tiene su lugar en una habitación de la casa.

José y Rosa, una adopción frustrada

La historia de José y Rosa no tiene un final feliz. Ante la imposibilidad de concebir un hijo, decidieron adoptar un niño. Si embargo, cuando la psicóloga y los servicios sociales se enteraron de ella había sufrido cáncer, interrumpieron el proceso 'ipso facto'. Sus palabras exactas fueron "yo no continuaría". Desesperada, Rosa reconoce que ha buscado una solución en Internet, encontrando que en Rumanía te 'dan' dos niños por uno. Una aberración en toda regla.

Fernando Martos explica que los criterios de idoneidad dependen, en un principio, de cada Comunidad Autónoma. "Lo que sí puede pasar es que no acepte el país por haber padecido esa enfermedad. Por ejemplo, en Rusia, descartado. Buscan una familia permanente para el menor, el cual en la mayoría de los casos ha sufrido varios abandonos". E insiste, que para las asociaciones y los países que dan en adopción, los problemas de los padres son secundarios. Lo importante es que el menor tenga una familia, la misma para siempre.