Diario De: Programa 11

cuatro.com 06/07/2011 16:17

Hace más de dos meses Diario de denunció la existencia de un dentista ecuatoriano que trataba a sus pacientes en el interior de una iglesia evangélica. Sin tener el título homologado en España, realizaba todo tipo de tratamientos odontológicos de manera clandestina. En esta nueva entrega el programa le descubre otra vez haciendo exactamente lo mismo pero en otra iglesia en el barrio madrileño de Vallecas. Mercedes Milá acude a la Iglesia para pedirle explicaciones y es testigo de cómo la policía irrumpe en el local y detiene al dentista en plena consulta. Los agentes le acusan de un delito contra la salud pública y de intrusismo y encuentran gran cantidad de material quirúrgico, prótesis y medicamentos que sin estar titulado como dentista es imposible conseguir.

Los clientes de un restaurante del pueblo alicantino de Dolores denuncian al programa que en el menú diario sirven comida recogida de los contenedores de basura. Un equipo del programa se desplaza hasta la zona para comprobar la veracidad de la denuncia. Una reportera graba como un hombre acude al mercadillo callejero y mete en varias cajas los alimentos que desechan los tenderos. Fruta y verdura en mal estado que tiran a los contenedores o al suelo. Paralelamente otro reportero demuestra como esas mismas cajas llevadas por ese individuo acaban en la cocina del restaurante. Además, una ex empleada de dicho restaurante asegura que en la cocina se hacían barbaridades con la comida.

Algunos curanderos se aprovechan de la desesperación de la gente para sacarles mucho dinero. Diario de acude a la consulta de uno de ellos situada en Trabazos, un pueblo de Zamora. Este hombre afirma que con su agua milagrosa sana lo que haga falta, incluso lo que él considera una enfermedad: la homosexualidad. Dos reporteras se hacen pasar por lesbianas y son sometidas a una terapia muy particular: el curandero pone especial énfasis en que las chicas prueben a tener relaciones sexuales con un hombre vestido de mujer y así se solucionarán sus problemas. Esta idea junto con su “agua milagrosa” es la terapia indicada para acabar son su homosexualidad. El programa manda analizar “el agua milagrosa” a un laboratorio especializado y el resultado es sorprendente: se trata de agua pantanosa no potable.

En la siguiente denuncia, una supuesta fisioterapeuta no utiliza agua sino sus “manos milagrosas” para sanar y afirma, sin tapujos, que es capaz de curar desde el cáncer hasta el sida. Además, se presenta como psicóloga y terapeuta que actúa a domicilio. Una de sus pacientes relata al programa como le ha destrozado la vida. Durante 4 meses le ha dado unos masajes que han empeorado su dolencia.

Paco es un vecino de Mallorca que sobrevivió de milagro al derrumbe de su edificio en el que murieron 7 personas. En la actualidad su casa son escombros, unas ruinas por las que tiene que seguir pagando la hipoteca. Además tiene que abonar el alquiler de su nuevo piso. No tiene recursos y las autoridades le prometieron ayudas que nunca han llegado. A sus 76 años no tiene a nadie y pronto se quedará en la calle.

Unos vecinos de Logroño también sufrieron la caída de un edificio que provocó la muerte de 4 personas. Un año después, Mercedes Milá va a ver a los supervivientes de esa tragedia y se reúne con ellos en el solar en que se ha convertido lo que era su hogar. Le denuncian que, después de la trágica explosión, no terminaron sus problemas. El ayuntamiento les obligó a pagar más de 600.000 euros por el derribo del edificio y la búsqueda de los fallecidos. La presentadora consigue que la nueva alcaldesa se preocupe por el caso y al menos, se comprometa a estudiar detenidamente el caso.