Poco tiempo después de que José comenzara esta lucha, su mujer murió sin haber recuperado su dinero. Algo que José no está dispuesto a permitir. “Yo al banco no se lo perdono. Tendré que pelear para ver si consigo recuperar el dinero. Aunque mi mujer no necesita ya ese dinero para nada no quiero tener nada ahí. No sé ni lo que voy a hacer porque ahora mismo no tengo ilusión de nada”, ha concluido esta víctima de nuestro sistema financiero.