Cinco años de altibajos en la lucha contra ETA

LUCÍA TABOADA VÁZQUEZ 16/04/2008 11:03

Tras los atentados del 11-M en Madrid, cometidos por extremistas islámicos, ETA tardó cuatro meses en volver a atentar. En mayo, durante el debate del estado de la nación, el presidente Rodríguez Zapatero anunciaba su intención de acabar con la banda terrorista mediante un final dialogado, aunque sin pagar un precio político por ello.

El 10 de febrero de 2006, el presidente del gobierno anunciaba su convicción de que el fin del terrorismo podría estar cerca , esperanza que se veía consumida con el anuncio del 'alto al fuego permanente' de la banda terrorista.

La tregua

El 22 de marzo de 2006, ETA anunciaba un "alto el fuego permanente " efectivo a partir del día 24 del mismo mes para "impulsar un proceso democrático en Euskal Herria". Las reacciones no se hicieron esperar. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, garantizó entonces que pretendía contar con todas las fuerzas políticas ante un proceso que aventuraba "largo, duro y difícil" y se dirigió directamente al líder del PP para asegurarle que iba a tener la máxima información y colaboración.

Seis días después, una reunión entre ambos líderes en el Palacio de la Moncloa sirvió para albergar ciertas esperanzas de unidad. Sin embargo, empezaron a resurgir las críticas en el seno del PP, que no había apoyado en mayo de 2005 la moción del Congreso que abría la puerta a un diálogo con ETA si se daban las condiciones para ello. El 6 de julio, Rajoy anunció que su partido rompía toda relación con el Gobierno.

La situación se complicó aún más con nuevos episodios de 'kale borroka', como el intento de quemar a dos policías tras un acto de Segi y, especialmente, con la localización de un zulo de ETA en Amorebieta (Vizcaya). Entre tanto, varios medios informabana de una posible reunión entre el Gobierno y ETA el 14 de diciembre, y la AVT se manifestó por quinta vez contra la política antiterrorista.

Con el fin de 2006 llegó el momento de hacer balance y Zapatero compareció el 29 de diciembre ante los periodistas en el Palacio de la Moncloa para, entre otros mensajes, asegurar que, en el plazo de un año, se mejoraría la situación existente en la lucha contra la banda terrorista.

El atentado de Barajas

Pero el 30 de diciembre de 2006, la organización terrorista ETA rompía el alto el fuego que había declarado el 22 de marzo del mismo año, con la colocación de una bomba en una furgoneta que iba cargada con entre 200 y 500 kilos de explosivos en la T4 de Barajas. El atentado de diciembre en el aeropuerto de Madrid fue del todo inesperado, en especial porque llegaba tan solo un día después de que el presidente del gobierno manifestase su confianza en el proceso de paz.

Dos personas de nacionalidad ecuatoriana que se encontraban en el lugar de la explosión se dieron por desaparecidas. Después de cinco días de intensa búsqueda bajo los escombros, fue hallado el cadáver de Carlos Alonso Palate, de 35 años, la primera víctima mortal de ETA en tres años y siete meses. Largos trabajos de rescate permitieron recuperar, poco después, el cuerpo de Diego Armando Estacio.

Pero habría que esperar hasta 6 de junio del 2007, fecha en la que la banda terrorista hacía pública su intención de abandonar el alto al fuego permanente. En un comunicado enviado al periódico Gara, se podía leer que "Euskal Herria quiere dar los pasos para superar la actual división institucional y construir un Estado independiente". En este comunicado, la banda terrorista acusaba que "el talante de Zapatero se ha convertido en el fascismo que niega sus derechos a partidos y ciudadanos", y por tanto, que ETA reafirmaba la "decisión de defender por las armas este pueblo al que agreden por las armas".

Primeras reacciones

El atentado de Barajas y el fin de la tregua, fue el inicio de una nueva escalada de acusaciones que, alcanzó sus mayores cotas tras la decisión del Gobierno de atenuar la prisión del etarra José Ignacio de Juana Chaos. El PP a daba entonces un paso en su llamada a la movilización y, en vez de secundar manifestaciones de otras asociaciones, pasó a ser, por primera vez, el convocante de una marcha contra la política antiterrorista del Ejecutivo.

Tras el atentado se producían también las primeras detenciones. El "Comando Elurra" integrado por cuatro personas, fue el elegido para cometer el atentado en el aeropuerto de Barajas. Dos de sus integrantes eran detenidos en España y los otros dos en Francia cuando huían para reintegrarse en el aparato militar de ETA.

Los primeros detenidos eran Igor Portu y Martín Sarasola. Tras su arresto se supo que pretendían atentar en Madrid en la zona comercial y financiera de AZCA. El 15 de febrero de 2008, los otros dos asesinos, Joseba Iturbide y Mikel San Sebastián eran detenidos en una casa francesa de San Juan de Luz, junto con José Martínez Mur, encargado de la trama finaciera, quedando desarticulado por completo el comando.

Tres víctimas mortales desde el fin del alto al fuego

ETA dejaba atrás con el comunicado del 5 de junio del 2007, 439 días de tregua. Desde ese momento tres víctimas se sumaban a la larga lista de asesinados por la banda: los dos guardias civiles Fernando Trapero, de 24 años, y Raúl Centeno, de 23 (1 de diciembre de 2007), y el ex-concejal socialista de Arrasate-Mondragón Isaías Carrasco (7 de marzo de 2008, dos días antes de las elecciones generales).

Así mismo, reaparecía dos semanas después de asesinar en el País Vasco a este concejal socialista, con un coche bomba contra el cuartel de la Guardia Civil en Calahorra (La Rioja).

Tras las elecciones del 14-M , y la consiguiente victoria del Partido Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, el hombre que había sido elegido por José Luis Rodríguez Zapatero para gestionar la tregua de ETA, repetirá como ministro del Interior para afrontar lo que él mismo ha augurado que será un nuevo 'ciclo largo de violencia' de la banda terrorista.

¿En que punto se encuentra la banda terrorista?, ¿Asistimos al principio del fin de la organización o al incipiente resurgir de la violencia tras los últimos atentados ? Lo único que parece claro a estas alturas, tal y como Zapatero ha especificado en el debate de investidura, es la apuesta socialista por una estrategia antiterrorista compartida. Y es que para el líder del PSOE, ETA se encuentra "más débil que nunca", por mucho que "aún tenga capacidad de matar".