Curandero y vidente buscan cliente

DÉBORAH ABIZANDA 25/01/2008 10:23

"Una banda de falsos curanderos estafa miles de euros a sus víctimas en varias ciudades". Todo ellos habían insertados anuncios en periódicos ofreciendo sus servicios como sanadores, santeros, curanderos y videntes. Haciendo uso de un servicio que es público, ofrecido por los medios de comunicación, para engañar a la gente. Sin embargo, lo que resulta más impactante es que todos ellos han conseguido superar, sin problemas, la criba del medio en cuestión.

Los ejemplos son numerosos. "Hernia. Hiato. Solución manual". Así se publicita un falso curandero, de nuevo en un periódico de tirada nacional, ofreciendo unos servicios, cuanto menos, cuestionables. Pero el delito es aún mayor cuando estos anuncios se esconden bajo un número'806', como en el siguiente caso: "Videncias. Futurología. Amor. Trabajo. Salud. Amarres. Siempre acertamos".

En Internet, las webs dedicadas a anuncios también dan cabida a estos 'traficantes de la salud', en la mayoría de los casos salud física y mental, con anuncios muy similares a los que aparecen en prensa: "Salud, enfermedades, mal de ojo, amarres, amor, retorno del ser amado, limpiezas, trabajo". 1

Pero la imaginación no tiene límites. Hay quien hace uso de lo más 'in' en últimas tecnologías para darse a conocer. El blog, así, es la mejor opción para el autor del siguiente texto:

"Medium con poderes naturales 25 años de experiencia, soluciono todos los problemas amorosos, de trabajo, de negocio, el mal de ojo... Suerte, Salud y Justicia. Gracias a mi secreto puedo ayudaros a resolver rápidamente impotencia sexual, que su pareja le sea fiel". Pero si con esto aún no te ha convencido, te anima con lo siguiente: "No hay problema sin solución. En la primera visita, arreglo los problemas".

Todos ellos coinciden en mezclar ideas supersticiosas con conceptos como salud y enfermedad, términos a todas luces incompatibles pero que van dirigidos a un público, que por desesperación, creencias o nivel de influencia, consiguen engañar a cambio de dinero. Juegan con los deseos y las esperanzas de la gente sin importarles las consecuencias. ¿Dónde está el límite?