Sólo dos lograrán llegar a la barrera de la muerte a 7.300 metro. Esta semana han aprendido a convivir con altitud extrema, técnicas de montaña y alpinismo, pero sobre todo a escalar el Everest, la montaña más alta del mundo.
Es un proceso duro en el que ellos mismos han estado seleccionando quienes son los más débiles para volver a España y no continuar con la expedición.
El equipo rojo decide poner a Rocío en la palestra y lo han hecho a sorteo porque consideran que no pueden nominar. “Es una manera justa y la suerte está echada”, ha asegurado la joven con resignación.
El equipo azul opta por Manuel porque es el más débil, el que ha tardado más en aclimatarse y no ha participado en dos de las pruebas y porque consideran que Tere debe estar ahí arriba.
El resultado
En la prueba de confianza ciega los azules se enredaron demasiado, los rojos trabajaron mejor en equipo y cometieron menos fallo y ganaron.
En la prueba de la cascada de hielo donde se ponían en práctica todos los conocimientos, sin duda, de nuevo el equipo rojo volvía a ganar porque trabajó mejor en equipo.
Manuel abandona con Rafa a sus compañeros y a la montaña. “Quiero dar las gracias a todo el mundo, la gente que queda aquí es gente genial”, asegura emocionado. “Me hubiese gustado subir pero esto es un juego y me voy encantado”. “Esto no lo voy a olvidar nunca”, ha concluido entre los abrazos de sus compañeros.