Se encuentra en un lugar del estado de Kansas, en Estados Unidos, al noroeste de al noroeste de Wichita. El proyecto, llamado Survival Condo Project (SCP, Proyecto de Apartamentos de Supervivencia), es un complejo de lujo para aquellos que temen al Apocalipsis.
Se trata de un edificio subterráneo, de 15 plantas dentro de un silo misilístico, una construcción de la Guerra Fría en la que se guardó un arma nuclear de la línea Atlas entre 1961 y 1965.
Cada apartamento de este silo cuesta tres millones de euros y tiene una capacidad para albergar a un número máximo de diez personas aunque hay otros que cuestan la mitad y que permiten un como máximo cinco ocupantes.
Se vendieron todos excepto uno, que el emprendedor reservó para él, su esposa y su hijo de 12 años. Y se vendieron al contado, por obvias razones, como señala la sección de preguntas frecuentes del sitio del SCP.
La razón para no poder financiar un apartamento de estas condiciones está en que la mayoría de los bancos e instituciones hipotecarias no financiarían un apartamento de supervivencia.
Otra de las ventajas de este ‘búnker’ es que las paredes superiores tienen un grosor de casi tres metros y son de hormigón reforzado con resina epoxi. La bóveda que asoma sobre la superficie puede soportar vientos de más de 800 kilómetros por hora.
Entre los servicios comunes los habitantes del silo del fin del mundo tienen elevadores ultra veloces y escaleras, fuentes propias de energía, reservas de agua de un mínimo a lo equivalente a 285.000 litros.
Además, el edificio subterráneo contará con cultivos hidropónicos y acuicultura, que es la cría de peces. Y con la turbina eólica, la energía verde, técnicamente servirá para poder general alimentos de forma independiente.
Una piscina, un spa, un gimnasio; un cine, un bar, una biblioteca; un centro médico, un aula y una central de comunicaciones con internet completan las instalaciones según ha revelado Infobae.
Asimismo, quienes no quieran ver la pradera de Kansas pueden elegir distintos paisajes. La ventana electrónica puede mostrar un video del Central Park de Nueva York, o bosques de pinos, u otras vistas a elección del propietario.
Según cita Infobae tras la información que ha recopilado del medio NPR, el acceso a las unidades se hace con lectores biométricos, sin llaves; la seguridad es uno de los elementos centrales para Hall, quien mantiene en secreto la ubicación exacta del SCP.
En cuanto a las medidas de protección, el silo posee protocolos de seguridad con todas las consideraciones que podrían poner en peligro a los residentes y a la instalación. Eso incluye francotiradores para evitar que otros seres humanos quieran salvarse sin pagar e intenten ingresar al refugio exclusivo.
Para aprovechar el espacio al máximo, Hall se inspiró en el diseño interior de los cruceros. La decoración y los muebles de cada uno se encargan, según las demandas del propietario, a decoradores profesionales.
Las cocinas tienen electrodomésticos de acero, lavadoras y secadoras. En todas las unidades abundan las luces LED, para evitar la depresión.
En el sector médico hay una cama de hospital, un pequeño quirófano y un sillón de dentista: entre los propietarios hay dos médicos y un odontólogo. Además de una tienda de ramos generales, cada unidad trae alimentos desecados por congelamiento y almacenados en envases sin oxígeno, de manera tal que duren hasta 20 años.
Por último, en el caso de que una crisis se desatara, los vehículos blindados del condominio buscarían a los dueños en un radio de 400 millas. Los que tengan aviones privados pueden aterrizar en Salina.