A las siete y media de la mañana ha llegado una quincena de inmigrantes a la valla. Se han colocado en grupo y en lo más alto de la verja. Cuando queman algunas de sus prendas, los policías comienzan a cargar y a forzarles para que se bajen de la valla. Los agentes utilizan porras y la policía marroquí palos. Con ellos golpean a las manos de los inmigrantes para que se suelten de la verja. Uno a uno van siendo devueltos a Marruecos. Uno de ellos logra escaparse de los guardias y salir corriendo recorriendo varios metros por el entrevallado. Al final lo atrapan y, como a los demás, lo entregan a Marruecos. Hoy, en el sexto salto a la valla en tres días, solo una persona ha logrado entrar en España. Hoy también los agentes han estado especialmente preocupados por la prensa, a quienes han identificado y alejado de la valla.