Según explica la web de la campaña, el protocolo ha sido ratificado sólo por siete países, cuando son 50 los que se necesitan para que entre en vigor y se ponga coto al trabajo forzado y en condiciones de esclavitud que padecen más de 21 millones de personas en todo el mundo, ya sea por explotación sexual o laboral.
De la primera habla Robin Wright en un vídeo en el que cuenta como si fuese propia la historia de Gulnara, una mujer que tras aceptar la oferta de un trabajo bien remunerado que incluia alojamiento y comida, se desplazó de su ciudad de origen y se encontró encerrada en una habitación, violada y sometida hasta verse forzada a mantener sexo con al menos treinta hombres al día para pagar una supuesta deuda. Tardó un año en escapar. "Aún estoy en shock", dice en su relato.
De la segunda, la más extendida en todo el mundo, da cuenta el actor Wagner Moura, la voz de Joamar Silva, un niño que a los diez años empezó a cortar caña de azúcar de sol a sol y que no ha conocido otro tipo de vida. "No puedo dejar el trabajo porque dicen que debo dinero por la comida, las herramientas y la ropa que tuve que comprar para poder trabajar. Cuando me lo descuentan, me queda nada de mi salario y si me quejo, mi jefe me pega. No sé qué hacer", expone.
Otras personalidades han prestado su imagen a la campaña, que recoge adhesiones ciudadanas en todo el mundo para presionar a los gobiernos y lograr la ratificación del tratado. El actor David Oyelowo,y la cantante y actriz zimbabuense, Lindiwe Bungane también participan en la iniciativa, lanzada en Ginebra en 2015.