Ebony Archie dejó el coche aparcado sobre las 1.15 de la tarde frente al super, según explicó el portavoz de la oficina del Sheriff en el condado de Madison, Mississippi.
Cuando salió diez minutos después, el coche no estaba, tampoco su hijo Kingston Frazier, que se había quedado dormido en el asiento trasero, según publicó The New York Times.
La mujer avisó a las autoridades inmediatamente y pocas horas después la Policía activó la máxima alerta de búsqueda del niño.
Al día siguiente por la mañana, los agentes encontraron el coche con el pequeño de seis años muerto en el interior con una herida de bala en la cabeza.
El vehículo fue abandonado a unos seis kilómetros de dónde lo robaron.
Este jueves, los agentes federales en coordinación con la Policía estatal detuvieron a tres sospechosos del asesinato de Kingston Frazier. Son tres adolescentes de 17 años a los que se les acusa de asesinato.
Los tres detenidos sin fianza podrán ser condenados con la pena de muerte, según informaron las autoridades.