Después de acompañar a sus padres en un viaje oficial a Polonia durante el mes de julio y de unas vacaciones en la más absoluta discreción, el tercero en la línea de sucesión al trono británico ha comenzado el colegio llegando a las instalaciones de la mano de su padre y luciendo ya el uniforme de pantalón corto y chaqueta con calcetines rojos largos y zapatos negros. Este curso, el hijo mayor de los duques ha comenzado el colegio en el centro Thomas de Battersea, una de las escuelas privadas más prestigiosas de Londres y cuyo precio oscila las 18.000 libras. Un centro enfocado en las artes, el deporte y las actividades.
Un decisión que ha pillado por sorpresa al pueblo británico, quienes confiaban que George siguiera los pasos de su padre y su tío acudiendo a Wetherby. Un cambio de planes que se debe al traslado a Londres de William y Kate, quienes asumirán más deberes reales por deseo de Isabel II. Los directores del colegio ya han anunciado que la presencia de George de Cambridge no modificará en absoluto el sistema educativo ni la atención al resto de alumnos, confesando sentirse muy honrados con la elección. Por su parte, los duques ya han pedido a la prensa que respeten esta nueva etapa en cuanto intimidad se refiere.
Desde que el pasado 4 de septiembre conociéramos que Kate Middleton estaba embarazada de su tercer hijo, la duquesa ha permanecido recluida a causa de una hiperémesis gravídica, lo que significa náuseas y vómitos. Los mismos síntomas que sufrió en sus embarazos anteriores y por los que no ha podido acudir al primer día de colegio de su hijo como marca la tradición, anunciando desde el palacio que no se encuentra bien haciendo saltar las alarmas.