El el pequeño Rocky, de tan solo siete meses, se está entrenando para ser el perro pastor ideal de esta familia británica. En una de sus intentos de acompañar al rebaño hacia su establos, el pequeño cachorro acabó conduciendo a las nueve ovejas a la cocina de la casa de sus dueños.
De manera totalmente inocente, Rocky consiguió su propósito: reunir al rebaño completo en una solo lugar. Pero el lugar no era el correcto.
Según relata la dueña de los animales, Rosalyn Edwards, a Metro, las nueve ovejas nerviosas comenzaron a orinar y defecar por todo el piso, dejando el suelo lleno de excrementos y barro. De inmediato Edwards reunió a sus tres hijos en una habitación hasta que logró sacar a todos los animales de la casa y llevarlas al establo.
"Pensé que era gracioso en ese momento, pero luego había bastante pis, caca y barro por todos lados", cuenta Edwards. "Me tomó un poco de tiempo limpiarlo todo", agrega.
"Estaba en la cocina y escuché un ruido. Me volví y las ovejas estaban paradas ahí", asegura la mujer. A pesar del susto, el pequeño cachorro solo quiso ayudar y sus dueños lo saben bien. "Rocky se veía bastante satisfecho consigo mismo, pero va a necesitar más entrenamiento", señala.