Hace nueve años, la familia de los Goldston abordó la a menudo tediosa tarea de realizar una mudanza que les llevaría a abandonar su residencia en Tennessee para poner rumbo a Alabama, ambas regiones situadas al sur de EEUU.
Durante dicho proceso, como es relativamente habitual en estos casos, perdieron algo entre el ajetreo de mover todos sus enseres. Sin embargo, esta vez no era un objeto material lo que habían perdido, sino a su perro de un año de la raza Boxer al que tanto cariño profesaban.
Casi una década más tarde, los Goldston aún conservan las fotografías que tenían de su can en una forma de mantener vivo su recuerdo. El dolor que les produjo la pérdida se acrecentaba cada vez que pensaban en qué habría sido de él y qué trato le habría dado aquel que lo hubiese encontrado, tal y como confesaba la familia en declaraciones recogidas por CBS Denver.
Sin embargo, la pasada semana y contra todo pronóstico, todo el dolor y el desconcierto que sintieron se transformó instantáneamente en una explosión de alegría y felicidad. Un email del refugio de animales 'Foothills Animal Shelter', en Golden, Denver, EEUU, fue enviado a la familia contándoles que podrían haber encontrado a su perro, 'Boozer', después de comprobar el microchip que tenía.
Nueve años más tarde, 'Boozer' volvería a reunirse con los Goldston después de un trayecto en carretera de 18 horas desde el centro de acogida de animales hasta la que será su nueva casa en Alabama, y esperemos, por su bien, la definitiva. Y es que durante todo este periodo de tiempo, el perro fue adoptado en un primer momento por una familia que durante dos años le cuidó hasta que tuvieron que llevarlo al refugio de Foothills al no poder quedarse más tiempo con él tras, nuevamente, una mudanza que esta vez iba de Tennessee a Denver, tal y como informa ABC News.