Las patatas fritas son el alimento que más engorda, según un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (EEUU). Los resultados, publicados en la revista The New England Journal of Medicine, muestran que el aumento de peso se debe más a la mala calidad de los carbohidratos que contienen que a la cantidad.
Los almidones y carbohidratos refinados que de las patatas fritas tienen efectos similares a los azúcares en el organismo. Es decir, son absorbidos rápidamente y no dan sensación de saciedad como otros alimentos, por lo que incitan a comer más en la siguiente comida. Y provocan que aquéllos que las consumen obtengan un aumento de peso medio de 380 gramos anuales solo por este producto.
El estudio ha sido realizado entre 120.000 personas que tenían las patatas fritas como alimentos habituales en su dieta a lo largo de varios años. Pero las patatas no son las únicas culpables del aumento de peso. Los refrescos azucarados, la carne roja y los cerales refinados también contribuyen. Eso sí, las patatas preparadas de otra manera, como hervidas o en puré, no favorecen tanto el aumento de peso.
El estudio también concluye que una actividad física constante, un tiempo de sueño de ocho horas, la moderación del consumo de televisión y una dieta variada ayudan a no subir de peso y a llevar una vida más sana. De hecho, las personas que duermen menos de seis horas diarias ganan un 31% más de peso al año de media que las personas que duermen más.
En cuanto a los alimentos, es el yogur el que más contribuye no solo a no ganar peso, sino también a perderlo.