Por lo visto, la actriz, que ha sido expulsada primero de su piso, y más tarde del hotel dónde se alojaba, intentó colarse varias veces en una residencia de la tercera edad; no ha pagado su deuda con el hotel por casi diez mil dólares, fue expulsada de un taxi por no llevar dinero y además, prendió fuego a sus propios pantalones.
Por si esto no fuera poco, se le descubrió fumando marihuana y otras veces en estado muy ebrio. Por todo ello y por la presión de sus padres, muy preocupados por su actual situación, fue ingresada la semana pasada en un hospital mental contra su voluntad, para que tuviese ayuda de profesionales, ya que tenían miedo de que se hiriese a si misma.
Este jueves, sus médicos le explicaron al juez del caso que Amanda está siendo tratada por esquizofrenia como ha contado Radar Online. Está ingresada contra su voluntad en el centro Ventura County.
De hecho, los médicos han expresado que en los próximos días tendrán un diagnóstico en firme, pero que ya pueden decir que lo más probable es que la joven actriz tenga esquizofrenia.
De hecho, otra fuente cercana a añadido a Radar Online que las medicinas a las que supuestamente reaccionó bien Amanda al principio no eran las adecuadas. "La buena noticia es que es una enfermedad con tratamiento, y aunque es grave, puede tener una vida larga y sana, siempre y cuando se tome la medicación" han explicado.
Su madre ya ha pedido convertirse en su tutora legal para poder cuidar de ella.