Pero los fans más rebeldes llegan a aparecer de noche, lanzando botellas de cerveza y cigarrillos en el césped y mirando por las ventanas a todas horas. Tras 14 años de ‘acoso’ de los fans la dueña, Sandi Preston, ha dicho ‘basta’, informa The Mirror.
"Imagina que compras una casa, la arreglas, gastas dinero, tiempo y amor en ella. Entonces la ciudad de Astoria anima a 100.000 personas a venir y pararse enfrente y mirarte. Esta acera (mantenida por los propietarios) ve a más de 1.000 personas al día. La mayoría son amables, divertidos y bienvenidos, pero muchos otros no lo son".
El conceja Russ Warr ha explicado al Daily Astorian que “Sandi… ha sido muy, muy servicial. El turismo de los Goonies en torno a la casa en los últimos tres o cuatro años ha sido sobreexplotado. Mucha gente piensa que es una atracción cuando, en realidad, de hecho, es una residencia privada”, añade.
Regina Willkie, la directora de la Cámara de Comercio, ha añadido que Sally “estaba abrumada y buscando ayuda para tratar de conseguir volver una vida normal. Hay una constante corriente de gente llegando a su casa a todas las horas del día”.
Sally Preston pidió ayuda a la Cámara de Comercio, por lo que la ciudad puso un letrero cerco de la calle en el que se leía “Acceso cerrado a la casa de los Goonies”. Y en un reciente mail a la base de datos de los fans de los Goonies, la Cámara escribió: “Con vandalismo, robo, exceso de basura, trabajos de aparcamiento desagradables, visitas nocturnas y más el vecindario tiene bastante agitación en su patio trasero ".