Once de esos 68 trabajadores se formaron en las aulas de CAMPVS, dependiente también de la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, donde jóvenes con discapacidad intelectual que acaban su formación reglada, acceden a una formación superior con un mayor grado de competencia social y profesional.
En este proyecto, en el que los alumnos pueden optar por la especialización en Administración y Gestión, Comercio y Marketing y Hostelería y Turismo, participan de forma activa más de 25 empresas relevantes en distintos sectores.
En el año 2005, esta fundación puso en funcionamiento esta oficina con el objetivo de incrementar la empleabilidad de las personas con discapacidad intelectual y proporcionarles las destrezas profesionales necesarias para obtener un rendimiento competitivo en el mercado del trabajo actual.